Igual que el empresario tiene la posibilidad de extinguir la relación laboral por incumplimientos graves del trabajador, a través del despido disciplinario, el trabajador cuenta también con la posibilidad de rescindir el contrato de trabajo por incumplimientos del empresario, de carácter muy grave, como es el caso de la extinción por retrasos o impagos.

A diferencia del despido, que lo lleva a cabo el empresario unilateralmente entregando la carta de despido, la extinción por retrasos o impagos del salario solo puede llevarse a cabo por el trabajador a través del correspondiente proceso judicial.

Si bien la jurisprudencia del Tribunal Supremo insiste en que se debe estudiar cada caso individualmente, y que por tanto no se puede generalizar una norma, sí se puede considerar doctrina del Alto Tribunal que el impago de tres nóminas o una media de once días de retrasos durante mas de seis meses son causa suficiente para declarar la extinción de la relación laboral por causa imputable al empresario.

Dado que la extinción por retrasos o impagos se considera una rescisión contractual por causa ajena a la voluntad del trabajador, las consecuencias de la extinción son muy similares a las del despido improcedente, teniendo por tanto el trabajador derecho a la indemnización legal del despido improcedente, así como derecho a desempleo.

Como en todo litio entre el empresario y el trabajador, en cualquier momento entre la presentación de la papeleta de conciliación y el acto del juicio se puede alcanzar un acuerdo de resolución de la relación laboral, pactando las partes una indemnización, forma de pago, etc, poniendo fin al conflicto a fin de evitar malos mayores, pues en la mayoría de ocasiones la solución impuesta por el juez suele ser muy gravosa para una de las partes y puede derivar en un agravamiento del conflicto.

Es muy importante para ambas partes disponer de un buen asesoramiento en caso de extinción por retrasos o impagos.

Red Laboris es el despacho de abogados laboralistas de Madrid expertos en el asesoramiento en materia de extinción por retrasos o impagos.